EL DIARIO DE

UN POLIT-ECO TURISTA

Proyecto de Riego 
Ozogoche-Guamote

Un intento para robustecer 

la economía Andina en el Ecuador

Por

Kashyapa A. S. Yapa

A pesar de los cuatro mil metros de altitud y la hora temprana, en este día, no se siente el frío en el páramo de Ozogoche.  El cielo despejado brilla con un azul luminoso, el sol radiante pinta de oro las faldas de las montañas, sus picos majestuosos se desperezan quitándose sus sabanas blancas transparentes, y los enormes espejos de agua, enmarcados por la cordillera, reflejan sin fallar ningún detalle todo el pintoresco escenario.  Este paisaje resplandeciente caldea el cuerpo y el alma de todos los que se han reunido alrededor de las lagunas de Ozogoche para celebrar un evento sin precedentes.

Las autoridades de dos entidades políticas autónomas, de los cantones vecinos Guamote y Alausí, poblados mayormente por el mismo pueblo –los indígenas Quechua parlantes, han logrado dejar de lado las querellas limítrofes o las peleas por los escasos recursos provinciales o nacionales, y se reunieron aquí para discutir cómo compartir un recurso natural muy importante para ambas entidades, los páramos de Ozogoche.  Guamote pretende regar sus tierras secas con las aguas que nacen de este páramo, sin embargo, debe canalizarlas atravesando terrenos que pertenecen al Cantón Alausí.  Aunque las barreras geográficas no le permiten a Alausí regar con las aguas de Ozogoche, sus autoridades aspiran promocionar este bello páramo como un destino turístico en el ámbito nacional e internacional.

La reunión en Ozogoche

El alcalde de Alausí se dirige hacia la muchedumbre de los propietarios del páramo y los futuros beneficiarios de sus aguas; “... No nos oponemos a que nuestros hermanos del vecino Cantón se aprovechen de esta agua, porque el desarrollo, el progreso verdadero, transciende las fronteras artificiales.  Proponemos un compromiso; que se beneficien de las aguas, pero conservando este hermoso paisaje de las lagunas y de su entorno...”

Los guamoteños lograron el visto bueno de las autoridades de Alausí para iniciar el proyecto de riego, sin embargo, ¿cómo se puede respetar este compromiso?  Porque el diseño preliminar del proyecto, preparado por los técnicos, incluía la construcción de un embalse regulador antes de la captación de agua, ¡que inundaría todo el páramo de Ozogoche!  Será necesario la reconsideración de este y otros aspectos técnicos del proyecto, tomando en cuenta la realidad socio-política-ambiental de la región y, ¿está la organización política de Guamote preparada para asumir este reto?  

El Cantón Guamote y su pueblo
Desde la cantonización de Guamote en 1948, su minúscula población de mestizos, que no supera el 5% del total, controlaba el poder en el cantón, que estaba repartida en una decena de haciendas inmensas, ocupando el gélido y seco altiplano central ecuatoriano (entre 2800 a 4200 metros sobre nivel del mar.)  Desde los años 80, su población nativa comenzó a recuperar sus tierras ancestrales, sin embargo, el neo-esclavismo político-económico que practicaban los gobiernos central y local le mantenía fuertemente oprimido.  

Un mercado de Guamote

Las reivindicaciones de los derechos políticos no se hizo esperar, y en 1992, Guamote irrumpió en la escena nacional, eligiendo un indígena como su alcalde.  Cuatro años más tarde, junto con el resurgimiento del movimiento político indígena en el ámbito nacional, los indígenas de Guamote consolidaron su poder político captando la mayoría en el consejo cantonal.  Buscando espacios fuera de la burocracia municipal para atender a los justos y represados reclamos de las comunidades indígenas,  sus lideres crearon el primer Parlamento Indígena Cantonal del país, en Guamote, que permite a los líderes comunales una voz para definir las prioridades de las obras públicas municipales y una veeduría en sus ejecuciones.  Paralelamente, crearon el Comité de Desarrollo Local, una unidad ejecutora que reúne todos los ONGs locales, para planificar e implementar proyectos de desarrollo integral con alcance cantonal.  En el Gobierno Local de Guamote, ahora, estas tres instancias se comparten la responsabilidad en velar por el bienestar de sus 32.000 habitantes, quienes todavía llevan una lucha incansable, simplemente para asegurar la supervivencia de sus familias.

Las tierras secas de Guamote

Su población fundamenta su supervivencia en la producción agropecuaria.  Sin embargo, la escasez de precipitaciones en gran parte del cantón Guamote no permite sostener labores agropecuarias suficientemente rentables.  Sus cultivos son de secano, donde se puede realizar una sola cosecha al año.  Sus parcelas productivas siguen disminuyendo, en tamaño por el aumento de la presión poblacional, y en calidad por el deterioro ambiental.  

Su única riqueza móvil, los rebaños de ganado bovino y ovino, se pueden alimentar solamente en los frágiles páramos, por la falta de pastos en la parte baja.  Los páramos, que se encuentran sobre los 3800 metros de altura y que eran antes de propiedad comunal, ahora están bajo procesos de repartición individual con fines agrícolas, por ser los únicos lugares con humedad suficiente y suelo virgen.  El sobrepastoreo y la agricultura degradan rápidamente la capacidad de retención de agua del páramo, escaseando aún más la disponibilidad de agua, no solamente para el riego, sino también para el consumo humano. 

El campesino no se atreve a invertir sus pocos recursos en el campo agrícola, en actividades como abonar el suelo, comprar semillas de mejor calidad o construir protecciones contra la erosión, cuando sus cultivos están a la merced de impredecibles variaciones climáticas.  Un sistema de riego le permitiría iniciar este largo proceso de recuperar la productividad de su lote, con la confianza de que su inversión no sería en vano. 

Varios ríos nacen y atraviesan el territorio del Cantón, sin embargo, para regadío, ellos no disponen de caudales permanentes, ni suficientes, ni en cotas adecuadas.  Las acequias pequeñas que actualmente disponen algunas comunidades abastecen una área mínima.  De allí, la urgencia de construir un sistema de riego, que cubra una área suficientemente grande para justificar el trasvase de agua por largas distancias.

Conscientes de la necesidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, el Gobierno Local de Guamote preparó, en una manera participativa, un Plan de Desarrollo Cantonal, dentro del cual se dio prioridad a la producción agropecuaria y la conservación ambiental.  Por lo tanto, la búsqueda de mecanismos para apoyar el incremento de la producción agropecuaria del Cantón, simultáneamente protegiendo sus recursos naturales, constituye el reto principal para las autoridades locales.  Dentro de este enfoque, ellas han concentrado sus esfuerzos en implementar el Proyecto de Riego Ozogoche-Guamote, que beneficiará directamente a una quinta parte de la población cantonal.

El agua del río Ozogoche como una solución
Por las peticiones de las comunidades campesinas de la parroquia Matriz de Guamote, donde las afectaciones por las sequías son muy severas y frecuentes, el exINERHI (Instituto Nacional de Recursos Hídricos) inició, a partir de 1980, un estudio sobre la posibilidad de regar esta zona aprovechando el río Ozogoche.  

Sus aguas nacen de las Lagunas de Cubillín y Magtayán, en la parroquia Achupallas, en el noreste del Cantón Alausí, y el Río dispone de un caudal estable en la época de verano en Guamote.  Ese estudio definió un proyecto de riego, en el nivel de Prefactibilidad, que abastecerá aproximadamente a 5000 hectáreas en el Cantón Guamote, trasvasando el agua del río Ozogoche por un canal largo que penetraba la cordillera.

Las lagunas de Ozogoche

Los futuros beneficiarios de este proyecto, se agruparon, con la finalidad de cumplir su anhelo, bajo la organización de segundo grado CODIOIGPA (Corporación de Desarrollo Integral de las Organizaciones Indígenas Guamote Palmira), quien, en 1995, con persistente lucha y decisión logró, a través de una ‘minga financiera y técnica’ de varias entidades gubernamentales y no-gubernamentales, avanzar a otro nivel, una parte de los estudios de hidrología y topografía del proyecto.

En 2002, se logra disponer de una financiación parcial (del presupuesto estimado por exINERHI), con aportes del Gobierno Central y de la Municipalidad, para realizar los estudios de Factibilidad del Proyecto.  Estos fondos fueron canalizados al Comité de Desarrollo Local (CDL) de Guamote, quien preparó un equipo técnico, conformado principalmente por habitantes de la región, inclusive algunos posibles beneficiarios de riego, y comenzó a elaborar los estudios desde principios de marzo de 2002.

El Proyecto de Riego Ozogoche-Palmira-Guamote, como se lo definió en el Estudio de Factibilidad, propone captar un máximo de 3000 litros por segundo de agua del río Ozogoche (en su época lluviosa) en la cota de 3730msnm, unos 1200 metros aguas abajo de la última laguna.  Su canal de trasvase rodea la cordillera por unos 80km, hasta donde la cruza, y después se divide en dos ramales para distribuir sus aguas hacia las zonas de riego, el ramal norte tiene 10km y el sur, 40km. Actualmente existen 1582 familias aspirantes de riego, agrupadas en 36 comunidades y asociaciones, bajo la dirigencia de CODIOIGPA.  La zona de riego comprende aproximadamente 5000 hectáreas de terrenos, ubicados entre las cotas 3650msnm a 3000msnm, en las zonas noreste de las parroquias Matriz y Palmira y en la zona noroeste de la parroquia Cebadas, en el Cantón Guamote.  Los principales cultivos comerciales de la zona son papas, habas, maíz, cebada, y pasto para el ganado.

El canal de trasvase y las comunidades beneficiarias

 

Guamote asume el reto de modificar el Proyecto
El poncho rojo del alcalde de Guamote sobresale entre el mar de ponchos rojos estirados en el páramo de Ozogoche, y todos los ojos se enfocan hacia él; “...Agradecemos inmensamente esta gestión magnánima del compañero alcalde de Alausí.”  Continua él, “Y aceptamos con gusto el reto de conservar esta belleza para las generaciones futuras de nuestra nación.  Mostraremos que no somos depredadores de nuestra Pachamama...”

Las lagunas de Ozogoche y una parte de la comunidad de Ozogoche Alto se encuentran dentro de los límites del Parque Nacional Sangay, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO, una razón mayor para no manchar con obras artificiales su magnifico paisaje.  Los anteriores técnicos, quienes elaboraron el Estudio de Prefactibilidad, no consideraron la fragilidad ambiental de la zona, y en su afán de garantizar un caudal constante para el canal de riego, habían propuesto ese embalse regulador, de 30m de profundidad máxima, que hubiera cubierto ambas lagunas, además de la planicie del páramo alrededor.  En el río Ozogoche no ocurren variaciones rápidas del caudal, porque las dos grandes lagunas funcionan en cierto modo como embalses de regulación.  Sin embargo, actualmente, con la degradación progresiva del páramo, el aporte a las lagunas en el tiempo de verano ha reducido tanto, que el caudal del río puede variar desde los 7000l/s en el tiempo lluvioso hasta unos 1000l/s en verano.  Allí, sin un embalse de almacenamiento, el Proyecto que desea captar unos 3000l/s para riego, se quedará con un déficit en ciertos meses.  Pero, este déficit no perjudica significativamente el riego, porque las épocas de verano en la zona de Ozogoche y en la de riego no coinciden.  El río Ozogoche se alimenta fuertemente con las lluvias del régimen Oriental, justo cuando la zona de riego en Guamote está bajo su verano. Al terminar estas lluvias el caudal del Río disminuye, y simultáneamente la demanda de agua de riego en Guamote también disminuye porque comienzan las lluvias allá.  Estas últimas lluvias no ocurren con la misma intensidad anualmente, y en algunos años, la demanda de riego podría ser mayor que el caudal disponible en el río Ozogoche.  Una población, consciente de la importancia en preservar el páramo de Ozogoche, puede asumir este riesgo.  También, un esfuerzo que enfoca hacia prevenir una mayor degradación de este páramo, podría incrementar los caudales veraneros del Río.

El liderazgo político indígena de Guamote y el nuevo equipo técnico están dispuestos a sacrificar el embalse, porque esto reduce los daños ambientales en Ozogoche y también reduce significativamente el presupuesto total del Proyecto, pero ¿qué dirán los futuros regantes?  Siguiendo la filosofía del Gobierno Local de Guamote de incluir la participación ciudadana en todas sus acciones de desarrollo cantonal, el equipo técnico decidió incorporar activamente, desde el primer momento, a todos los posibles beneficiarios, en el proceso del diseño del Proyecto.  Convocamos regularmente asambleas de los representantes de los beneficiarios, para comunicarles y consultarles sobre las posibles opciones, antes de tomar decisiones importantes en cuanto al diseño. 

Explicamos, en la primera asamblea de los beneficiarios, las opciones disponibles sobre la construcción del embalse regulador y sus consecuencias.  Algunos dirigentes, quienes habían escuchado las palabras del alcalde de Alausí en Ozogoche, las habían interpretado como una oposición al Proyecto en sí, y ahora se sorprendieron en saber el riesgo mínimo que significa la eliminación del embalse.  Casi todos conocen las condiciones deplorables en que se encuentran los páramos de sus propias comunidades, y estaban dispuestos a aportar para la conservación del páramo que proveerá agua de riego a sus parcelas.  Aprobaron, unánimemente, la eliminación del embalse, sin embargo, les quedó una inquietud: “¿cómo repartimos el agua de riego en los tiempos de déficit?”

 

Repartidora - Proyecto Chambo

Economía y justicia en la repartición de agua
Los grandes proyectos estatales de riego son notorios, por los robos y los desperdicios de agua, y por las dificultades en recaudar fondos aún para mantener su infraestructura.  Para conocer sus situaciones a fondo, planificamos, en los primeros días del Estudio, visitas técnicas a algunos proyectos cercanos, conjuntamente con los dirigentes de CODIOIGPA.

Sus historias eran muy diferentes a la nuestra.  Casi siempre, las entidades gubernamentales han planificado, construido y entregado los proyectos terminados a los usuarios, sin que ellos tuvieran alguna participación en las etapas previas.  Sus problemas se originan allí, los usuarios no se identifican con la infraestructura, peor con el agua que se distribuye.  Se la considera como un bien ajeno, la dañan; roban el agua, no la valoran y la desperdician.  El sistema del cobro por el riego tampoco ayuda a valorar el uso de agua.  Se cobra por la superficie que dispone cada usuario para regar, sin importar la superficie que cultiva en cierta temporada, ni el tipo de cultivo, ni su necesidad real de riego.  Como respondió un usuario, “¿Para qué ahorro el agua, si siempre me cobran igual?”

Estas experiencias nos ayudaron a incorporar los conceptos de economía, equidad y justicia social, pilares fundamentales del Gobierno Local de Guamote, en la distribución de agua en el Proyecto de Riego Ozogoche-Guamote.  Los futuros beneficiarios del Proyecto aspiran aportar todos para igual, en dinero y en mano de obra, para la construcción y la operación del Proyecto.  Por lo tanto, es justo repartir los derechos de agua en caudales iguales para cada usuario.  Después de analizarlo en detalle, en varias asambleas, los beneficiarios decidieron aceptar este mecanismo para la repartición de agua, que también evitaría conflictos en la distribución de agua en proyectos deficitarios como el nuestro.  En el verano de Ozogoche, el derecho al agua de riego será proporcional al caudal que se puede captar en el Río.

Existe una gran variación en la tenencia de tierra entre las comunidades indígenas de Guamote, aunque el sistema comunal ha logrado mantener, dentro de una misma comunidad, los tamaños de lotes individuales bastante uniformes.  Por esta razón, y por las diferencias en el acceso a otros recursos, algunos beneficiarios, en ciertas épocas, no podrán utilizar todo el caudal a que tiene derecho y otros necesitarán más agua.  El equipo técnico recomienda, en general, una dotación de 0,6l/s por hectárea de terreno.  Para no perjudicar a los que no desean usar todo el caudal asignado, y también para promover la práctica de optimización del agua de riego, hemos diseñado un sistema tarifaría, basado principalmente en el caudal consumido, en vez de la superficie regada.  Este esquema premiará al agricultor eficiente, porque él puede regar una superficie mayor con el mismo caudal, mejorando el tipo de regadío y mejorando los suelos de sus lotes.  Además, esto evitaría las transferencias irregulares del agua de riego entre los usuarios.  La cuestión de cómo resolver la repartición de aguas entre los que tienen demás y los que desean más, decidimos dejarla en manos de la junta de regantes de cada comunidad, una instancia que deberá formarse con la construcción del canal de riego.

La junta de regantes, o a su vez, el cabildo comunal de cada comunidad, debe responsabilizarse del canal secundario que deriva el agua para su comunidad, y también, de todos los canales y estructuras de distribución para las parcelas, desde la fase de la construcción hasta la del mantenimiento.  Por las interacciones intimas y dependencias mutuas que prevalecen entre los miembros de una comuna, pensamos que una organización comunal, más que otra externa, tendrá mayores facilidades para mediar en los conflictos que se pueden generar la repartición de agua.  Ella, además, podrá considerar el beneficio de toda la comunidad, y diseñar una repartición justa de agua en las épocas deficitarias o cuando algunos miembros poseen agua en exceso.

La obra tendrá la mano de todos los usuarios
El sol, que se escapo de las nubes que rodeaban las montañas de Ozogoche, alumbra el rostro sonriente del presidente de CODIOIGPA, quien no esconde su felicidad por la gran hazaña de lograr, primero, los fondos para realizar los estudios del Proyecto, y ahora, el visto bueno de las autoridades de Alausí.  Hablando en nombre de todos los beneficiarios, reseña la larga lucha que ellos han llevado para conseguir el agua de riego, “...Agradecemos a todos quienes nos han apoyado en esta ardua tarea en construir días mejores para nuestros hijos y nietos.  No les fallaremos; no nos desmayaremos hasta que llegue la agüita a todos nuestros lotes, por cuán duro pueda ser este trabajo.  Todos estamos dispuestos a prestar nuestras manos para que la obra sea barata, además, para que sea nuestra.”

No solamente los usuarios, el Gobierno Local de Guamote también desea abaratar los costos del Proyecto; anhela dirigir, a través de su Unidad Ejecutora, la construcción del Proyecto Ozogoche-Guamote, si se le muestra que es factible económicamente.  Consecuentemente, el equipo técnico del Estudio de Factibilidad asumió el reto de diseñar el Proyecto para que sea económicamente viable, y de diseñarlo de tal manera que se lo pueda construir utilizando los recursos locales. 

El Estudio de Prefactibilidad había recomendado construir un túnel de 4000m de longitud para atravesar la cordillera que separa la cuenca del río Ozogoche/Cebadas y la del río Atapo.  La topografía permite llevar el canal a cielo abierto por el lado del río Cebadas hasta donde se puede cruzar la cordillera sin un túnel, sin embargo, los técnicos del exINERHI habían descartado esta posibilidad, aduciendo los problemas geológicos y los altos costos de un canal más largo.  Un túnel de esa longitud no se encaja con la predisposición del Gobierno Local de Guamote para ejecutar la obra con la administración directa, y le obliga buscar algún contratista multinacional con experiencia en ese tipo de trabajo, que encarecería severamente la obra.  En cambio, construir el canal a cielo abierto permite ocupar eficientemente el mayor recurso que disponen los usuarios, la mano de obra en forma de mingas.  Por estas razones, propusimos a la asamblea de los beneficiarios investigar la alternativa de construir el canal abierto, en vez del túnel largo, y la asamblea la aceptó.  Esta alternativa también permite incorporar algunas comunidades más al Proyecto y ampliar la zona de riego.  Las investigaciones geológicas posteriores confirmaron nuestras sospechas sobre el túnel largo: él choca contra la falla tectónica regional Peltetec y su construcción conllevaría altísimos riesgos.

El Estudio de Prefactibilidad también había recomendado revestir el canal principal con una capa gruesa de hormigón.  La escasez de material pétreo y arena en la zona del canal y las dificultades de las vías acceso, aumentaría el costo de tal revestimiento, y consecuentemente, el costo total de la obra, por el nuevo canal más largo. Esto nos presionó a investigar la posibilidad de revestir el canal con otros materiales, localmente disponibles y más económicos.  Construimos tramos experimentales en dos cursos de agua, con bloques de terrocemento prensado, empleando la misma tierra que se excavará en el canal de Ozogoche.  Instalamos el primer tramo en el río Guamote para medir su resistencia a la erosión, y el otro, en la acequia de San Vicente para investigar su durabilidad.  Este material ya ha demostrado su resistencia a la erosión, y la investigación de la durabilidad necesita observaciones a largo plazo. 

Canal experimental en
río Guamote

Canal experimental en
la acequia San Vicente

Normalmente, la sección típica del canal se diseña en forma trapezoidal, para facilitar el revestimiento con hormigón.  Sin embargo, con el terrocemento se puede revestir una sección semicircular, que tendría mejores características de flujo, reduciría el volumen de excavación, y lo más importante, permitiría un uso eficiente de la mano de obra no calificada.  Así, recomendamos continuar con las investigaciones y considerar seriamente esta alternativa para revestir el canal, en tramos donde la excavación en roca firme es menor, y donde el gradiente del canal no excede su valor regular de 1 por 1000.  Según las primeras estimaciones, esta alternativa de revestimiento reduciría el presupuesto total aproximadamente en 30%.

¿Quién decide dónde regar?
La zona de riego del Proyecto posee una topografía muy irregular, entre las cotas 3650 y 3000msnm, con quebradas profundas entre lomas y filos de cordilleras.  Existen terrenos planos aptos por cultivos en la cima de las lomas y en los valles intermitentes, separados por laderas medianas a fuertes.

En el Estudio de Prefactibilidad, sus técnicos delinearon como la zona de riego, principalmente, los terrenos en las pampas, con pendientes muy suaves, siguiendo las restricciones que impone las normas técnicas de exINERHI.  Sin embargo, la realidad no concuerda con criterios técnicos tan rígidos: las preferencias de los campesinos son otras.  “Es muy riesgoso sembrar en las pampas, a veces uno se pierde todo por las heladas.  Además, están muy alejadas de nuestras casas.  Queremos sembrar en terrenos medio laderosos, aquí, cerca del centro poblado” dicen.  Ciertamente, tienen una larga tradición de cultivar en laderas sin descuidar sus suelos, como por ejemplo, cuando existe riego, dedican sus terrenos con pendientes fuertes a sembrar los pastos.  

Por lo tanto, decidimos permitir a los usuarios mismos que escogan sus mejores terrenos para el regadío, bajo cierta asistencia técnica.  En cada comuna existen varios sectores, separados entre sí por quebradas, y cada comunero, generalmente, posee por lo menos un lote en cada sector.  

Discuten dónde regar

La aptitud para cultivar varía bastante entre los sectores, por su topografía y por su suelo, y junto con los dirigentes locales, establecimos un orden de riego entre sectores, para facilitar el diseño de los canales secundarios y terciarios.  Para permitir, en el futuro, a los campesinos hacer algunos cambios en el orden de preferencias de sus lotes de cultivo, incluimos una holgura de 25% en los caudales de diseño en los canales terciarios. 

También consideramos la necesidad de construir reservorios, para almacenar agua en las horas de la noche, porque el riego nocturno no es recomendable en esta zona, por las fuertes pendientes de los terrenos y por las bajas temperaturas.  Sin embargo, la falta de terrenos comunales suficientemente grandes y planos, impide construir grandes almacenamientos.  La construcción de reservorios grupales o familiares, de tamaños pequeños (20 a 30 metros cúbicos), puede solucionar el problema, y estos se pueden construir, en gran parte, con los aportes de los mismos beneficiarios.  

El páramo arado

Minimizar daños ambientales – una responsabilidad de todos
El frágil ecosistema de los páramos de Ozogoche, dentro de los últimos 20 años, se ha deteriorado a un nivel alarmante.  La llegada de una vía lastrada hasta las lagunas, el acercamiento de la red de energía eléctrica, y las constantes expectativas económicas turísticas, creadas por las autoridades locales y provinciales, ha ayudado a incrementar enormemente la presión social y económica sobre estas tierras.  

La población humana sigue aumentando, y consecuentemente, crece la demanda por tierras agrícolas, aradas mecánicamente y cultivadas con agroquímicos.  La población ganadera también aumenta.  Las comunidades indígenas que rodean las lagunas admiten su responsabilidad en la destrucción, “Los páramos ya no son como antes, cada año se vuelven más secos.  Tenemos que ir cada vez hacia tierras más altas para sembrar y para pastorear.  Pero, ¿qué otra alternativa tenemos?”

Desde hace décadas, las aguas del río Ozogoche han sido aprovechadas por varios proyectos de riego y por un proyecto hidroeléctrico estatal.  Sin embargo, hasta ahora, no se ha establecido ningún programa de conservación en su cuenca alta, tampoco se ha ofrecido alternativas viables a los habitantes que viven en su páramo.  Si se mantienen las tendencias actuales, aún sin el Proyecto de Riego para Guamote, podemos visualizar graves consecuencias ambientales negativas en la zona, en un futuro cercano.  Por lo cual, desde los primeros meses, logramos reunir a los representantes de casi todos los habitantes de su páramo, de los usuarios de su agua, y de las entidades gubernamentales y no-gubernamentales interesadas en el asunto, para concertar las estrategias de conservación y manejo de esta cuenca, inclusive las posibilidades de pago de los servicios ambientales por el uso de agua.  Como resultado, preparamos un plan de manejo conjunto, que establece varias alternativas productivas, como el ecoturismo, la introducción de animales menos destructivos y más rentables, o el mejoramiento de pastos en la zona baja, que se puedan realizar con la participación de todos los interesados, en beneficio del páramo de Ozogoche y de sus comunidades, quienes deben cambiar su rol de destructores a cuidadores.

La construcción de la obra de captación y el canal para el proyecto de riego de Guamote, también, causará ciertos daños ambientales al entorno y traerá algunas molestias a las comunidades que están asentadas a lo largo del canal.  Los primeros cuatro kilómetros del canal se encuentran dentro de los limites del Parque Sangay, y el equipo técnico esforzó al máximo para no mancillar su hermoso paisaje.  En el kilómetro 8 del canal, diseñamos un túnel corto para penetrar un peñasco, en vez de rodearlo, que hubiera causado daños por la excavación de la roca al centro poblado de Ozogoche Bajo, que se encuentra debajo.  Para prevenir el secamiento de varios humedales que atraviesa el canal, se lo construirá embaulado dentro de estos tramos.  Pequeños puentes peatonales, instalados a cada 250m a lo largo del canal, facilitarán el paso de los animales de pastoreo y de los labradores de tierra, para que el canal no sea un obstáculo en las labores cotidianas de los campesinos.  Paralelo al canal se construirá un camino de 6m de ancho, que facilitará el acceso no solamente para el canal, sino también a las comunidades vecinas.  Para los tramos rocosos, con fuertes pendientes laterales, hemos diseñado una plataforma de tamaño mínimo, donde los vehículos transitarán encima del canal, embaulado con una losa.  Esto evitaría altos cortes de talud, reduciendo el peligro de deslizamientos y disminuyendo el volumen de excavación en roca.  El canal también incluye un gran número de vertederos de desagüe y de demasías, cerca de los cruces de quebradas grandes, para facilitar la evacuación rápida del agua, en casos de emergencias por aludes o por daños al canal.

En la zona de riego, el canal traerá más impactos beneficiosos que dañinos.  Con la introducción de agua del canal, se puede convencer a los agricultores a limitar la frontera agrícola en la cota del canal y a tomar medidas de conservación en sus zonas de páramo.  La provisión de agua de riego con cierta garantía, les permitirá invertir, con mayor seguridad, sus escasos recursos para mejorar la producción en sus parcelas.  Ellos admiten la falta de prácticas de conservación de suelos, de reforestación con plantas nativas y de diversificación de cultivos, y piden ayuda para mejorar la comercialización de sus productos.

Soluciones integrales para la zona de riego
Los centenares de futuros beneficiarios que presenciaban, junto con las autoridades locales, la concentración en el páramo de Ozogoche por el motivo de la iniciación de los Estudios de Factibilidad, esperaban con ansiedad las palabras del director técnico del Proyecto.  “...Comprometemos a no defraudarles” él les tranquiliza, “conocemos que sus problemas son muchos y no se solucionan solo con la llegada de agua.  Deseamos que todos ustedes se involucren en buscar una solución integral.  Envíenos a sus hijos, a sus nietos, que se están preparando, que quieren aprender, a que participen en esta tarea, formaremos un equipo con todos.  En el futuro, serán ellos quienes operen y mantengan el Proyecto.  Así que vamos todos aprendiendo poco a poco cómo solucionar nuestros problemas.  Vamos a empezar con un proyecto piloto...”

Diseñamos el Proyecto Piloto para probar varias estrategias a combatir los problemas que azotan la zona de riego, y lo implementamos desde el principio del Estudio.  Preparamos un programa de capacitación sobre riego para los futuros beneficiarios, y lo pusimos en práctica en las comunidades que ya poseen algunas acequias. 

Canalizamos algunos recursos para mejorar los pequeños sistemas de riego existente, y por este medio, logramos fortalecer la administración de los mismos.  En la microcuenca del río Atapo, organizamos a varias comunidades para luchar juntos, y construir una acequia común.  

Reuniones del Proyecto Piloto 

Las organizaciones comunales, unidas para aprovechar el agua, también están uniéndose para proteger este recurso, controlando la entrada de sus animales a los páramos y sembrando plantas nativas  alrededor de sus vertientes de agua.  Los comuneros aportaron con tierra, abono y mano de obra para producir plantas nativas en un vivero central que, después, se repartirán entre ellos, para ese fin y otros, como para instalar cortinas de rompe viento, delimitando linderos de sus lotes.

Las comunidades que se beneficiarán en el futuro con aguas del río Ozogoche están preparándose, desde ahora, para utilizar técnicas de conservación de suelo, para aplicar abono orgánico, preparado por ellas mismas, y también, para reintroducir diversos cultivos tradicionales en sus huertas familiares y escolares.  Una nutricionista les ayuda a incorporar alimentos sanos, nutritivos y baratos a la dieta cotidiana para que se mejore la salud familiar.  El Proyecto Piloto, además, proporciona asistencia técnica para mejorar la salud de los animales productivos y su alimentación.  Una propuesta dirigida al Gobierno Local para reorganizar la comercialización de los productos en la feria de Guamote, también hace parte de este plan de mejoramiento del aparato productivo de la zona de riego.  Recomendamos al Gobierno Local continuar con el Proyecto Piloto, con evaluaciones y adecuaciones, para preparar los futuros beneficiarios a que logren maximizar en su beneficio las aguas de Ozogoche.

Evaluación económica del proyecto con enfoque social
Para que el Proyecto de Riego Ozogoche sea viable económicamente, los beneficios que traerá el Proyecto deben superar la inversión en la construcción de las obras civiles y los costos anuales de la operación y mantenimiento del sistema.  Los futuros beneficiarios están dispuestos a prestar su mano de obra en las etapas de la construcción y del mantenimiento para reducir los costos, y los diseños de las obras civiles también permiten aprovechar este recurso muy valioso.  Los costos que utilizamos para la evaluación del Proyecto reflejan este ahorro.  Aquí también se incluyen los costos del Plan de Manejo Ambiental para la zona alta de Ozogoche y del Programa de Capacitación para la zona de riego. 

Los beneficios principales que traerá el Proyecto, serán el aumento de los ingresos económicos de los regantes y los ahorros que significan la disminución de la migración hacia las ciudades y la mejoría de la salud familiar por el acceso a dietas nutritivas.  Sus ingresos mejorarán por las inversiones que realizarán los agricultores, con agua de riego más segura, y con la disponibilidad de asistencia técnica y capacitación.  Sin embargo, de acuerdo a la vivencia Andina indígena, no siempre podemos medir los beneficios con valores financieros, sino en la mejoría de las condiciones socioeconómicas.  Por lo tanto, decidimos contabilizar estos ahorros que reflejan la disminución de los gastos de las familias campesinas.

Las comparaciones de los gastos y los beneficios del proyecto de riego Ozogoche-Guamote, utilizando los diferentes escenarios como son: las dos alternativas de revestimiento y el uso de mano de obra pagada o en una forma de minga, nos permite deducir que el Proyecto es económicamente viable bajo cualquier escenario.  Su viabilidad económica (reflejada por la Tasa Interna de Retorno por la inversión realizada) mejorara considerablemente bajo la alternativa en que el canal lleva un revestimiento de terrocemento, construido a través de mingas (TIR = 21.35%).

Río Ozogoche corre apurado

Un futuro basado en economía Andina
Al final de la concentración en las lagunas de Ozogoche, todos los asistentes recorrimos el Río, desde su nacimiento hasta donde se instalará la bocatoma.  En tramos, el agua corre apuradísima, saltando de una roca, chocando contra otra; florece espuma blanca instantáneamente pero se esconde sin ni siquiera saludarnos, o estalla la corriente, de repente, bañándonos, involuntariamente, con miles de perlas transparentes y heladas. 

En otros tramos, el Río se desliza suavemente, revelando, bajo el sol brillante, en su fondo algas multicolores, que bailan cabaret en homenaje a los visitantes.  Para Ozogoche, famoso por sus gélidos vientos, sombríos cielos y constantes lloviznas, este es un día totalmente diferente, señalando, tal vez, el nacimiento de un futuro diferente.

Río Ozogoche calmado 

Diseñamos este Proyecto de Riego apostando hacia ese futuro diferente, un futuro donde la economía sea distinta.  Una economía donde no dominan los números y las fórmulas, sino una donde domina el rostro Andino.  Apostamos a que un Gobierno Local, elegido, dirigido y vigilado por el pueblo, como él de Guamote, debe disponer de la capacidad para dirigir y administrar la construcción de una obra de desarrollo tan importante para su pueblo, como la del Proyecto Ozogoche.  Que la necesidad urgente del suministro de agua de riego para el sufrido pueblo de Guamote debe primar sobre muchos otros usos de esa agua.  Que, sin importar la escasez de recursos financieros para solventar la obra, su organización comunitaria y su disciplina cooperativa pueda movilizar otros recursos, para llevar el Proyecto a su realización.

Deseamos que el Proyecto de Riego Ozogoche sea una realidad, una realidad que refleje la recién asumida conciencia política de las comunidades indígenas y su tradicional práctica ecológica; donde, el aprovechamiento de los recursos naturales no sea para el beneficio de unos pocos y poderosos, sino para la colectividad, especialmente para los más necesitados.  Y donde, se trate a los recursos naturales no como algo que heredamos de nuestros antecesores, sino como algo que nos tienen prestado nuestros sucesores.

-Junio 2003, 
Riobamba, Ecuador.

 

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